Nerva intenta volver a la normalidad en el día después de
la gran riada. Los nervenses afectados, con la ayuda de vecinos, continúan con
las labores de limpieza, mientras sigue lloviendo sobre la localidad.
La noche ha pasado sin incidencias. El arroyo no se ha
desbordado y allí ha estado vigilando maquinaria especial. Según su alcalde, en
declaraciones a esta casa, lo queda ahora es contabilizar los daños, que han
sido muchos y muy graves.
“La catástrofe de Nerva podría haberse evitado”. Así lo
manifestaba ayer el regidor nervense a los medios de comunicación, a los que
informaba de que ya ha pedido a las administraciones competentes que actúen en
el cauce que ha provocado las fatales inundaciones.
El municipio nervense recibía ayer la visita de numerosos
onubenses que querían ayudar en la medida de lo posible.
Ayuda
extraordinaria
También se acercaban a la localidad algunas autoridades autonómicas
y provinciales, como el presidente de la Diputación de Huelva, Ignacio
Caraballo, quien avanzaba una ayuda de 30.000 euros para paliar los daños.
Las inundaciones han afectado al centro de la población.
La Avenida de Andalucía, la Plaza Victoria y las calles aledañas, donde está
instalada toda la zona comercial y de servicios. También han sido dañadas
algunas infraestructuras municipales, como el Teatro Victoria o el Ayuntamiento;
y, sobre todo, los domicilios particulares de muchos vecinos, que prácticamente
lo han perdido todo.