Cuatro de cada diez adolescentes de la provincia de
Huelva, un 39,1por ciento, han jugado alguna vez en su vida a juegos de
apuestas, aunque sólo un 3,6 por ciento se sitúa en esa franja de riesgo en la
que el juego les está ocasionando algunos problemas o puede causárselos en el
futuro.
Estas son las dos principales conclusiones del ‘Estudio
del juego de apuestas en adolescentes en la provincia de Huelva’, propiciado
por Diputación de Huelva junto a la Universidad de Elche.
A quien escuchábamos era el profesor y autor de este
trabajo, Daniel Lloret, quien echa la culpa directamente a la proliferación de
los anuncios de las casas de apuestas.
En este estudio han participado 2.346 alumnos y alumnas
de 14 a 19 años de toda la provincia.
El comportamiento en todas las comarcas onubenses es
parecido, pero el Andévalo se lleva la palma.
El perfil del jugador joven es el de alguien que necesita
nuevas emociones; y la razón, aunque es una teoría falsa, avisa el profesor, es
ganar dinero.
Apostar es una conducta adictiva al mismo nivel que las
drogas y el alcohol y está demostrado que el menor que apuesta una vez tiene el
70 por ciento de probabilidades de volver a hacerlo de nuevo.