¿Quién nos diría que estamos en verano? Cuando todos
pensábamos que llegaba el calor insoportable y esas noches de insomnio que
tanto detestamos, el cambio climático nos ha sorprendido con un verano que más
bien parece un otoño.
Los valverdeños y valverdeñas no tienen ninguna pega
respecto a estos cambios meteorológicos. Es más, se encuentran encantados con
estas temperaturas.
Aunque, si dejamos el egoísmo aparte, para aquellos que
se encuentren veraneando en la playa o, sin ir más lejos, los hosteleros, no
deben estar muy conformes.
Poco hay que hacer. Algunos seguiremos disfrutando de
este peculiar verano, mientras que otros estarán practicando toda una serie de
rituales para que las temperaturas suban.